jueves, 30 de junio de 2011
POETA ANDALÚZ
Quiero tener en mi voz
la sangre que le falta al miedo
y el sueño que se derrama
entre lágrimas en silencio.
Otra vez pidiendo perdón
cuando ha dejado
de ser inocente la conciencia,
destiñiendose las mañanas
cómo la sangre
del crucificado.
No hay monedas presumidas
en manos de mendigos,
ni resentimientos
en justos perdones,
aunque en silencio
lavo las miradas
que apenas respiran
los acordes del tiempo.
Vuelan entre mis dedos
los latidos
cuando los desmayos
de mi boca
entretienen
los supiros de la angustia.
Me encuentro
llamando a la puerta de la nada
aunque sigo siendo
un poeta andalúz.
José Manuel Acosta.
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