domingo, 22 de febrero de 2015

FÉRTIL SILENCIO

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No me consuela
la moratoria del silencio
ni la voz ajada de la rutina
en ronqueras de dolor.
Yo he sentido por mi espalda
el emancipado rostro
de la soledad
y alguna escaramuza de súplica
asfixiando mis latidos.
He fraguado
el proceso de los sueños
gimiendo mis cicatrices
mientras las sordas palabras
se acomodaban
en algún recóndito lugar
de mi ser.
A veces soy,
el pretérito imperfecto
de las emociones
agonizando
en la circuncisión de mis versos.
En realidad
soy de sangre fácil
y no comprendo
a la burguesa palabra
ripiosa
amortajando mi nombre


José Manuel Acosta.

martes, 17 de febrero de 2015

DISCAPACIDAD

A veces necesitamos un enlace externo para darnos cuenta que ser afortunado
no es que nos toque la lotería, o irnos de crucero
para perdernos en los fiordos Noruegos,
y que puedes viajar con tu mente
aunque tu cuerpo esté anclado a una silla.
Todo se inicia por algo, sucede por algo
y morimos sin llegar a comprender
que las dificultades se pueden vencer
aunque creas que vas a morir en el intento.
A veces es necesario y casi obligatorio
entender que los discapacitados,
son aquellos que se quedan viendo
como la vida pasa esperando
que algo ocurra porque
la teoría del todo
no es todo teoría y menos aun práctica.
Cuando te cruces con un discapacitado,
pregúntate cuál de los dos lo es.


José Manuel Acosta.

HORA DE PARTIR

Se va el poeta
que tanto le habló a la muerte
que le compró
palabras al tiempo
y le llamó poemas
a los miedos
cuando no quiso
vender su pluma salina.
Sigue sonando
el gramófono
que canta los años
de mi vida.
No sabes cuántas veces
ha llorado mi pluma
cuando escribe
¿puede morir el poeta
si habla lo que siente?
Se va para siempre
porque no le quedan días
en los que pensar
y quiere oler a hierbabuena descansada.

José Manuel Acosta

RECUERDOS

Hoy volvieron los olivos de Jarcha
al primer poema que llenó de sueños
mi habitación
con todos los latidos que se fueron en el tiempo
y nunca recuperas.
De vez en cuando
hay que vivir en el recuerdo
porque el presente
es demasiado corto
poniéndole remedios al futuro.
Qué ilusos hemos sido siempre
al no darnos cuenta
que duramos menos
que el gesto de una cerilla



José Manuel Acosta

FEBRERO

El amor dura el silencio
de un beso,
la explicación de una mirada
o lo que me vienen a contar.
Me es ajena la palabra
que llega entre flores
porque en las rosas
está el perdón
en el día de los enamorados.
Pero las rosas se marchitan
la piel envejece
y las palabras no se quedan.
¿ Sabe usted cuánta tinta
se gasta en un poema?



José Manuel Acosta.

miércoles, 11 de febrero de 2015

DEMASIADOS CRISTIANOS PARA TAN POCAS IGLESIAS

El proletariado de la abulia,
algo muere en las palabras novicias
que contemplan
cómo el silencio
se pierde en la alcoba de los libros.
Después de una vida,
la axiología deja tantos muertos
como quien no cambia
los errores
recitando heridas.
Tú me contemplas sin decir nada,
yo te leo
con las pestañas largas
de la esclavitud, sin lágrimas,
tengo verbos en las pupilas
y pulpitos para pregonarlos.


José Manuel Acosta.

martes, 10 de febrero de 2015

PARA EL DÍA DE LOS ENAMORADOS YO YA TE HABÍA AMADO

Y decidieron nuestros labios
que un soneto no puede vivir escondido en nuestras manos
porque no se miden las caricias.
Con la ternura que puedan llevar mis versos
y ni aun así escribiría los más bonitos
cuando se despiden de mi boca tus besos
sin que ninguna esquina de mi lengua
respete los deseos del destino.
Podríamos ser el arpegio de una guitarra
o correr tras una nube
donde perdernos para siempre
sin dejar que el alma se quede muda y olvidada.
Y dicen que se llama amor
cuando te angustia el reloj
porque se queda en un minuto
todo lo que no has podido decir en una vida,
que te hidratas los labios con su nombre
y pintas con tus ojos corazones en la pared
porque sabes que amor
es llamarla en soledad.
Qué me importa saber que es el amor
si me sé su cuerpo de memoria
de tanto nombrarla.


José Manuel Acosta.

sábado, 7 de febrero de 2015

CARTA DESDE EL CIELO

Hay momentos en la vida, en los que necesitas detener el tiempo, repasar los años hasta llegar en lo que te has convertido y empezar a evaluar si ha merecido la pena, sentarte en ese espacio de tiempo donde las fotografías acaparan un pequeño instante, un segundo de tu vida pero que cada vez que los abres, será un instante nuevo, un tiempo lleno de recuerdos que se hace tan presente como tú mismo, ahí te das cuenta que lo has comprado casi todo menos el tiempo.
El tiempo no pide disculpas, sale pitando a las primeras de cambio y te deja con cara de tonto,
como si no hubieras pertenecido a él y en realidad, es que nunca hemos pertenecido al tiempo, solo hemos sido un pequeño instante , simplemente eso, un instante.
De esos instantes, hemos detenido la propiedad que él tiene sobre nosotros porque de vez en cuando la casualidad volverá a encontrarse con nosotros, que es cuando verdaderamente nos damos cuenta que estamos vivos de milagro.

Hoy me he sentado pacientemente a observar todos los años que se me han ido,
todos por los que he llorado cuando la gente a la que he querido están en un segundo, el que dura el recuerdo eterno y parecen que nunca quieren abandonarnos porque crees que están en la habitación de al lado esperando a que abras la puerta y te den un abrazo, pero no, el tiempo no nos ha dejado que podamos cumplir esos deseos y te encoges de hombros sin darte cuenta que ése maldito tiempo nos ha castigado severamente porque no hemos sabido aprovechar todos los instantes que nos ha proporcionado, creyendo con nuestra inútil apariencia de sabelotodo que ya vendrían más aunque se han quedado en los negativos de las fotografías.
Un sabio de carácter fuerte como yo, pero que no está reñido con la nobleza que puede tener el corazón, me dijo:
-la vida te puede parecer muy larga, llena de problemas, de facturas sin pagar, de que no llegas a final de mes y estás harto de trabajar creyendo que nada de lo que haces tiene recompensa, pero un buen día, te levantas a orinar y observas que sólo orinas sangre, que disimulas para no preocupar a nadie aunque sabes que el tiempo ya ha marcado tu destino. Antes de que nada de eso pueda llegar a pasarte a ti, aprende que lo verdaderamente importante de la vida no es el tiempo, si no los instantes que has dejado ir sin saber que eran los más importantes de tu vida, y a los que amanezcan contigo, dedícales todo el tiempo que puedas porque el tiempo, ése maldito tiempo, está esperándote siempre a que te quedes sin fuerzas.

José Manuel Acosta.

EL HONOR NUNCA MUERE

EL HONOR NUNCA MUERE
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A veces, me gustaría tener el coraje de los que se han ido
y la valentía de los que se van con prisa de este mundo
después de haber dejado hasta su honor en las calles.
De los que levantaron la voz a ETA cuando sangraba
la nuca de los amigos y la tuya casi vuela por los aires.
A veces, la vida viene con sorpresas que nunca esperas
y aunque hayas coincidido con Dios
en misas de difuntos, de viudas ordenando recuerdos
e hijos que llevarán la marca de los valientes en el pecho,
tendrán que ver los obituarios para recordar los nombres
de los que dieron la vida por España, esa que poco a poco
destruyen los que se colocan medallas a base de los muertos y sus víctimas.
Pero resulta, que esta vida es tan injusta y tan hija de puta,
que cuando has vencido al terrorismo con sangre,
has encarcelado a tu propio jefe y a saber cuántos criminales,
llega un enemigo silencioso
que acaba con las ilusiones para siempre.
No me gustan los aniversarios, ni los días internacionales,
no me gusta recordar las cosas porque alguien dijo
qué día es bueno para celebrarlo.
Hoy quiero recordarte a ti y a todos
los que en silencio sufrieron la verdad de una España
mientras otros se llevaban los muertos en la solapa.
Te recuerdo igual que los que te olvidaron,
porque me sale de los galones.



José Manuel Acosta.

viernes, 6 de febrero de 2015

Nadie cuenta la vida con una mano y a veces
hasta el amor pierde la peluca
cuando el rosa empieza a ser tu color favorito
o quizás, todos los colores son tuyos.
A veces te cuentan tantas cosas, que
por prudente sigues ahogándote en los ojos
que todo lo comprende y ríes
porque no sabes si al día siguiente
verás brillar el sol.
Los días concretos, los que recuerdan
que estás ahí, que todavía no te has ido
porque sigues viendo que lo Àngeles, los verdaderos, no tienen alas sino caricias y
comprensión, palabras con las que respiras
y un porqué en la mirada, esos días son las medallas de unos pocos y el triunfo de los que seguirán estando mañana, y pasado y estuvieron el día anterior.
Cuando ves la muerte de cerca, cuando ves que te ha perdido el respeto y te habla de tú por cercanía, empiezas a clasificar a las personas.
Las que han estado y se van sin saber por qué,
las que están por compromiso, las que llegan y creen tener la solución de y para todo, las que vienen porque recordaron en algún momento tu nombre y te dan consuelo fingido y, las que
jamás se han ido de tu lado ni jamás se irán y te enseñan el valor de depender por ti misma porque hay personas
que son peor que el propio cáncer, las primeras
a diferencia de lo segundo, no tiene cura
y es preferible perder el pelo
que perder para siempre el corazón.


José Manuel Acosta.

martes, 3 de febrero de 2015

EN VOZ ALTA

El sonido de la risa muda
y ésa estúpida carcajada
que llega sin previo aviso
entre los dedos.
Llegó cansada, con el calvario dibujando el rabillo de sus ojos
cuando el invierno
se va entre lágrimas
y los naranjos no han tenido
su primera menstruación.
No vuelve lo que se ha ido sin decir,
la muerte baja lentamente los escalones
cuando los errores mueren contigo
y eres más leyenda que historia.
Si conoces lo que hay
en mis labios
es porque no hablo
igual que escribo
y es más fácil darte un beso
que dibujar tus labios


José Manuel Acosta.

domingo, 1 de febrero de 2015

DEL VERBO DONAR


No le pregunté si era un mal momento
porque los segundos,
eran tan transparentes
como la responsabilidad de seguir viviendo
porque antes que tú,fue mía,
antes de que puedas tenerla en tus brazos
fue mía, antes de tus besos fue mía.
Cada vez que miro hacía la puerta
y el silencio viste su cama,
dejo de ordenar tantos pensamientos
que venden los perdones
y producen úlceras en las apariencias
porque el dolor,ni siquiera con morfina
puede curarse cuando le han puesto hora a tu muerte.
Recuerda que ella siempre será mía,
siempre será mía y que la esperanza
de un donante, hará que siempre
siga siendo mía y los cuentos vuelvan
a tener pelo, que los ojos tengan esperanzas,
que los buenos y los malos nos pongamos
de acuerdo de una puta vez porque la vida, vivir, es la mayor donación que le hacemos al mundo siendo capaces de construirlo todo sin indiferencia y puede que algún día
hasta mi corazón sea de mi enemigo
en un dos por uno.


José Manuel Acosta.