miércoles, 25 de noviembre de 2015

NÚMERO PAR


Tengo mi espejo lleno
de imprecisiones y me peino los titubeos
porque no puedo tocar
el tiempo con los dedos.
En algún momento
miramos aprobándolo todo
y se vive como quien
espera una cirugía
que te salve la vida.
Menos mal que estás tú
que lo esperas todo de mí
en esos momentos
que no soy nada.
Si algún día no me reflejo
será porque todos mis
sentimientos
se fueron a vivir contigo,
y he dejado de tener
manchas en la piel.


José Manuel Acosta.

DESPACIO


De mis canas,
me queda el silencio venerado,
la generosidad
que me ha proporcionado
el tiempo
y la inexplicable sensación
que deja mi apellido.
Me queda,
el beso de buenas noches
y la costumbre
que tienen los abrazos
al mirar los días.
He dejado que mis canas
dividan el tiempo en dos,
una, no dar demasiadas
explicaciones a quien
las quiere dar por ti
y otra,
dejar a los tontos
que crean que yo
también lo soy.
La complejidad
que tiene la vida
es creer que
la felicidad
ha llegado sola cuando,
todos los labios que ríen
han pagado el precio
que imponen las lágrimas.


José Manuel Acosta.

EN EL PRECIPICIO


Me recuerdas,
que mi lado de la cama
se llena de versos húmedos
cuando pierdo los diciembres
en lo erótico de tus pechos
y me falta tiempo de caricias
y sentido común.
Me gusta llegar tarde
a tus ojos cerrados
perdiendo el equilibrio
porque me has llenado de rasguños la espalda
y no queda espacio para respirar.
Dejemos que la noche se esconda
y el frío nos quite
la ropa interior
viendo amanecer.
Más que hacernos el amor
me gusta que el amor nos haga,
para que los poemas nos abra la boca del orgasmo
y se nos queden mirando las palabras


José Manuel Acosta.

jueves, 19 de noviembre de 2015

HÁBITAT

H
Se me olvida que vivo
bajo los tejados del pecado,
que tengo los pulmones
llenos de sangre negra,
que vivo en jaulas
de tendones rotos
porque los cuervos
dejaron de besarte.
Se me olvida
las lágrimas viscosas
que se comen la mirada
de las silabas
porque dejaron
de tener pezones
para amamantar motivos.
Se me olvida,
que me da calambres
esparcir latidos
que te llevan a ninguna parte.


José Manuel Acosta.

SI ESTÁ DENTRO DE TI


Me queda bien su mirada,
no evoco su nombre
porque sus labios de polvo de almendra
siempre tienen algo que decirme.
Los suspiros como siempre ,
se quedan escritos en las palabras sin dudas
y en esas flores que se regalan
cuando no hay nada que celebrar.
Me gusta prepararle el primer café de la mañana 

que permite que todo vuelva a ocurrir
porque abrazados no hemos 
despertado a la noche.
Supongo que a esto debo llamarle amor 

cuándo siento curiosidad por lo de siempre
si su nombre viene conmigo 

y hace que todos los días sean diferentes.
Algunos dicen que con el tiempo 

el amor se pierde, 
yo digo que con el tiempo 
se pierde lo que uno quiere.

José Manuel Acosta.

LEVANTANDO EL VUELO


Echo cadenas al hombre
juzgando las libertades
que se amarran a su yunque
y escupen a los inocentes.
Odio a los que liberan
propaganda en los huesos
sin más morada
que su pobre aliento
porque no le cabe el silencio de los Dioses.
Oigo los relojes frágiles
deambulando por las aceras
directos al vertedero
de las horas muertas
con cara de pobre.
El hambre no tiene dientes
cuando el vientre se defiende cantando
y los niños, esperan encontrar miradas
para combatir el frío de las balas.
Sigo escribiendo para ver dónde
se ha metido la cordura
y entre cuatro descerebrados
queremos arreglar el mundo
mientras con las sonrisas
hacemos palomitas de maíz. 





José Manuel Acosta.

SALE EL SOL


Quiero desaparecer,
peinarme la osadía
de los que engrosan
la mirada sin poner
acentos porque ocupa
más un olvido
que un error.
Quiero las pausas
que se quedan meditando
en los genitales del tiempo,
la verborrea breve
que esculpe las palabras
de los nichos
y ese beso,
que vale por un hasta siempre.
Lo rápido que pasa la muerte en este
trocito de vida.


José Manuel Acosta.
Detrás de cada escrito hay un cuerpo de hojalata,
la sombra de un sentimiento que se lleva el cuerpo a otra parte.
Detrás de cada escrito hay un pretérito de imperfecciones,
los que vienen con la crítica señorial de su pluma.
Los que están con los miedos porque escribieron con la misma soledad.
Detrás de cada escrito están los impacientes que te ofrecen la vida con la boca cerrada, los que se quedan a la intemperie de una esquina mientras unos pasos por delante la luz viaja sola.
Detrás de cada escrito están los corazones de hierro disimulando su torpeza,
los que respiran la irregularidad que tiene el olvido y el sello de una carta sin destino.
Nadie sabe quién hay detrás de la llamada a una puerta hasta que esta no se abre.
Detrás de cada escrito alguien hace ruido.


José Manuel Acosta.

PLEGARIA


Y nacerán las flores con lágrimas
cuando dejemos sin nombre
el futuro de los niños
y las palabras lloren
en los corazones sensibles
por no evitar nuestra propia destrucción.
Yo soy de esos poetas sin nombre
que llora en las huellas
de las almas inacabadas
mientras tengo otra oportunidad
para no llegar demasiado tarde
cuando la muerte
me coja por sorpresa.
Sé que soy un pobre inacabado
pero más lo es aquel
que está vacío de conciencia.


José Manuel Acosta.

sábado, 7 de noviembre de 2015

ANTES DE QUE LLOREMOS JUNTOS


Cuando se nos hayan ido
los días azules,
cuando las flores
se arruguen entre lágrimas
y tu nombre hilvane
mis latidos.
Cuando los poemas agonicen malheridos
y la tinta desfallezca
porque las palabras
se quedaron sin recurso
buscando tus entrañas,
allí estaré yo,
pronunciando en silencio
todos los versos
que escribieron tus manos
mientras te pensaba.
Porque yo ya te amaba
antes de que hablaran las primaveras
y estornudaran los árboles otoños.
Sí, yo ya te amaba
para que nunca se distancien las almas
por si algún día
tenemos que llorar juntos
las ausencias.


José Manuel Acosta.