sábado, 30 de junio de 2012

SUMANDO LATIDOS

Quisieron mis pestañas
ser pinceles para el verso
y mi boca mojada de suspiros
la almohada del poeta ,
mis manos temblaban buscando palabras
que fueran un acueducto de poemas
y los giros de mi pluma ,
arrancaran quejidos al alma.
Como hojas flexibles
danzando en vientos otoñales,
buscaba prender un titulo
que asistiese al primer golpe de lectura
del corazón
donde las llagas sin dolores,
limpiasen el rostro sordo
de las lágrimas.
Aplicando la virtud que se socorre humilde
con manos solitarias y dedos ciegos ,
nacieron amantes
lisonjeándose en latidos frenéticos
para buscar despavoridos
un argumento a sus besos,
después de mil nombres
y desnudar al eco torpe en gemidos,
sigo consumiéndome en humo
que danza bohemio
antes de arrepentirme con palabras torpes ,
sigo escondido en el silencio
que quiebra el margen izquierdo
de mi pecho,
en él nacimos tú y yo.

José Manuel Acosta.

CUANDO YA NO ESTÉS

¿Me ves?
soy yo ,
tu archivo de latidos 
la duda de tus palpitaciones
tu cirineo amigo .
Si, me ves ,
me ves en el viento
desgranando nubes grises ,
en la efusiva mota
de polvo
que dejan mis suspiros ,
en el diáfano reposo
de tus labios
y en los sedientos
parpados
de mis versos .
Yo sé que me ves
en mi boca emigrante ,
en el adjetivo anciano
de la ausencia
y en algún
que otro hilo
desnudando sueños .
De pronto sé que me ves ,
y cuando caiga
en el olvido de tu memoria ,
abre el libro
donde guardé un beso
con el que siempre
recuerdes nuestra historia .

José Manuel Acosta.

viernes, 29 de junio de 2012

OTOÑO EN MI VENTANA ( PROSA)

Ajena a la cultura de estas letras, entre la memoria y el recuerdo, voy matando mi conciencia.
Me dirijo a ti, mientras en la almohada tallo con mi boca
el abecedario de tu nombre
Que se ha dormido en esperanzas de medias lunas, con la tartamuda mirada
 intentando  alquilar el roce de tus ojos.
Mis brazos ya son mármoles de ausencia y sigo pegando sellos al recuerdo;
este otoño busco vocablos que huyen del tiempo durmiendo mi poesía
en la espesa rama de septiembre sin encontrar conceptos a mis latidos.
¡Quién sabe! si en esta cítara preñada de letras estoy buscando
el pentagrama de tus besos o se me acumula en el cesto de los verbos el dolor.
Respiro, aunque muerdo los lamentos dejando mi garganta
en púlpito de espinas y un rosario de cicatrices como sermón de plegarias;
esta noche estoy bordando el bermejo manto de las ocasiones
perfumando las ilusiones de pétalos que se escapan entre mis dedos.
Mientras acicalo mi pluma, intento salvar los años que moldearon al perfecto hombre,
tal vez, un leve gesto sirva para ver la oscuridad de mi ventana
cayendo lágrimas al vacio mientras las contemplo a la deriva.
Después, no recuerdo más detalles,
sólo parpadeo lentamente sin atreverme a escribir lo que pienso.
-No persigo un sueño, he aprendido a ser feliz sin ellos, aunque nunca me resista a soñar-

Hoy sigo moldeando la vasija de los latidos y el eco de mis besos, esculpe la lejanía de tus labios esperando más otoños





Josè Manuel Acosta.

domingo, 17 de junio de 2012

ALGO POR ESCRIBIR

Aunque me esté muriendo y de versos
se llene mi tumba
cuando las lágrimas sacudan verbos en soledad,
no reces por el nombre del poeta
si no por la inmortalidad de sus palabras
que perdurarán en el tiempo.
Cuando claudique mi diario la vida
habré viajado por el alma de las palabras
sin miedo,
buscando la voz de mi pluma
que se extingue en preguntas.
Nunca he estado en silencio completo
porque he sabido escuchar mi corazón,
que me ha salvado de cualquier derrota
con un gesto sencillo.
Ahora, la muerte siente curiosidad
y huyo de tanta gentileza
sin explicaciones,
torciendo la esquina de la vida.
-me queda una frase por escribir-
donde habitan los cipreses.


José Manuel Acosta.