miércoles, 25 de mayo de 2011

EMIGRANDO AL CORAZÓN

Traspaso la reluciente boca
que en elocuentes latidos
esculpe la voluntad.
Quien imita a las espadas,
fallece en esperanzas
o se pudre engendrando
sus propios desechos
malogrando las promesas
del perdón
que le aboca a su propia condena .
Eterno podría ser el espíritu
si las entrañas de la vileza
no hurtase
en la condición de los mortales
cuando a golpes de mentiras,
propiciamos
nuestros propios castigos
dejándonos con el mismo valor
que la bolsa de Judas.
Y es que en esta vida,
ni hay tantos sabios
agasajados en el cielo,
ni tantos mendigos
besando el suelo .
Con mi último abrazo,
no separaré
las virtudes cardinales

José Manuel Acosta.

ORADORES DE SILENCIOS

Uno de estos días,
me encontraré esculpiendo
la almohada que escucha silencios,
mientras el golpe de una lágrima
adiestrará el eco
cuando se suiciden las hojas
en la sobria tierra.
La luna dormirá
acunada por cipreses
cortando los suspiros de la noche.
Se vestirán de auroras los muros
personificándose entre sus grietas
las almas
y yo, creyendo haber sido
algo en esta vida,
me tratará con la misma vehemencia
la voluntad
que esculpe gestos dormidos.
Esa es nuestra verdadera victoria;
La muerte,
donde duermen las palabras
lavadas con oraciones.

José Manuel Acosta.

CUANDO LAS ROSAS AÚN PARPADEABAN

Hay un péndulo
al que quiero agarrarme afanosamente,
cómo las rosas
-en sus parpadeos -
antes de marchitarse
o mis pestañas
cuando guardan silencio.
No quiero el tributo honroso
del futuro
ni ese pasado
que intencionadamente
aprisiona mi alma,
tampoco ese carnaval
de sonrisas aburridas,
ni la palabra que se sostiene
muerta antes de salir .
Sólo soy un fingido poeta
que aspira a ese matrimonio
imperceptible con las letras
escurriéndose a hurtadillas por la vida.
Ahora, que todos me recuerdan
y algunos hasta me extrañan,
he de deciros:
!Hasta con mi último suspiro,
logré hacer poesía!
-el verdadero logro que nos concede la vida-

José Manuel Acosta.

DIÁFANA Y EFÍMERA VIDA

Algún que otro gramo de desdicha,
edifica el muro de la indiferencia
cuando las palabras se pierden
en silencio
y el olvido finge honestidad.
He llenado el cajón
de los sentimientos con ilusiones
mientras una bufanda de posibilidades,
esperaba ser envuelta
en papel esperanza.
La amable silueta
de unos pocos
más allá de cualquier
escaramuza de propósitos,
deja muerto el aplauso
de la propia conciencia.
Todos los días,
le concedo a la muerte
que me sople por la espalda,
ella es lucida en adioses
por eso aprecio los soplos
que tiene la vida,
creo que es el mejor camino
para morir bien.


José Manuel Acosta.

LA ESPALDA DE LA RUTINA


Me perturba la impoluta palabra inconclusa,
cómo la oficialidad de los labios
cuando se les impone un beso.
Ella, mi pluma; femenina,
se desliza silenciosa
por el hueco rancio del hombre,
con sus aburridas cejas
siempre fruncidas de interrogantes,
y mordiendo los antojos del pasado
antes que la tarde empiece agitanarse,
su tinta en filigranas
se pone a escribir.
No muy lejos de mi mente
se contonea un sentimiento
en el rezo litúrgico
que atraviesa la nuca de un poema.
Está llamado a la posteridad,
a ese exhibicionismo público
que profana a su musa.
Los poetas somos epostracismos
en el aire que
no malgastamos sabiduría,
porque somos una prematura muerte
haciéndole una circuncisión a la vida.
José Manuel Acosta.

VERSOS ANTE EL ODIO


Se me cierra la boca para odiar
porque intento saber qué es el amor
en su universal forma y sabor,
antes que el odio pueda custodiar
la nobleza del alma en cuestión,
porque amar a todos por igual,
nos hace ver que somos arbitral
si lo vemos desde ese corazón
con el que tantos versos escribimos;
sentimientos que tienen nuestras plumas
al dejar esas lágrimas decanas,
cómo tantas caricias recibimos
si cercanas las penas tú les sumas,
Palabras afectivas y barbianas.


José Manuel Acosta.

MONOLOGO EMOCIONAL


estoy buscando la voz
que se ha suicidado en la vejez,
la voz que cultivó poesías
cuando citándose
el romanticismo
con una tesis de palabras precoces,
acarició la mano analfabeta
que decidió irse en silencio
-cómo un beso en la boca-
Estoy buscando la voz
de esas preguntas que nunca dije
y las respuestas que nunca tuve,
la voz de una ceguera impresivible
que convulsiona la luctuosa lágrima
y tú no estás aquí.
Estoy buscando la voz
que se maquilla
en cada esquina de la noche
mientras el amanecer
viene vestido de esparto.
Estoy buscando la voz,
la voz
que escucha
esta soledad exigente


José Manuel Acosta.

LINOTIPISTA DEL VERSO


Recuérdame que te quiera
cuando en mis labios
se enfríe el verso,
cuando mis manos
no contesten en voluntad
siendo un gemido
envueltas en declaraciones.
Recuérdame que te quiera
cuando mis ojos
no llamen al deseo
porque se desvanecen
póstumos en mis mejillas.
Recuérdame que te quiera
cuando mi alma
jadee rutinas
esculpiendo distancias
y su prosa estética,
llore al olvido.
Recuérdame que te quiera
si pierdo la memoria lastimando
la bendición de las promesas,
destiñendo
la honra de las palabras
con gestos descuidados.
Recuérdame que te quiera
cuando mi corazón
no sea linotipista
del amor.


José Manuel Acosta.

EL TAXIDERMISTA DE PASIONES


Me miro las manos
las contemplo
y me pregunto, si la luz que las moja
son dignas de comprensión
de la textura
que desconoce el crecimiento
que aguanta el peso de mi tiempo.
Personaje fundido en sentimientos
en la llama que silba tras los muros,
se desmorona la hoguera
cuando el frío palaciego de los cipreses
llama a golpe de silencio,
adentrándose en la victoria de los epitafios.
Con el único fruto de la sombra
voy desnudando las líneas de mis manos
preguntándome,
si cada una de ellas
es trazado que germina la conciencia
o es la furia
que labraba el asentamiento de mi cabeza.
Termino el tiempo
volando en pavesas
que le cobran al taxidermista
de manos blancas,
sus cicatrices.


José Manuel Acosta.

PRÓLOGO LA OTRA CARA DE LA SONRISA


Mi angosto aliento
tejido sobre el eco
del vientre caído
en la matriz
que lo sustenta,
acumulan
en las amañadas rutinas
la ciega virginidad
de súbitas heridas
que rechinan en mi alma.
Ya no sé
que pedirle a la vida
para que mutile mi tristeza,
que no se ahogue mi boca
en la voz de cobre
mientras mis cuerdas
vocales,
son un mito de existencia
decrépita.
He de seguir cultivando
la muda sonrisa
cuando sigo destilando
los desplantes
de la soledad
como el calvario
de los olivos,
que aunque se llene
la alberca de agua
las penas siguen arriba.
Huyo de la media conjunción
de los turbios rezos
porque sigo viendo
que me llueve por dentro


José Manuel Acosta.

HAYKU A LA PIEDRA



Nadie te vence
ni rompes el silencio
cuando te muerden .
Eres historia
que guarda tu memoria
penoso arenal .
Eres de hombres
en lunas desmayadas
y de guerreros
conquistándote
suspiros que exhala
tu hermosura .
Te conviertes en
Alhambra de Granada ,
Lonja de Alcañiz ,
Emperadora
atronando ciudades
vives por siglos .

José Manuel Acosta.

VIRGINAL

En tu figura ,
disecándose mis manos
en coagulados suspiros ,
inacabadas caricias
son mis ojos
en ríos de deseos
junto al vigor
de mis descendentes labios.
Vidrios inmortales
las contorsiones
de nuestros cuerpos ,
gramaticales gestos
esparciéndose
por mi cirro
que busca tu boca
para su desnudo
orgasmo .
Se condensa
el inhumano ritmo
en homogéneo reposo
buscador de miradas ,
y consumo otra noche
en los inventos de un sueño.


José Manuel Acosta.

LA VIDA ES TAN HERMOSA



Ya nada puedo escribirle
al tiempo ,
sólo oigo
mis estrepitosos parpados
golpeando las pestañas
en desnudos rocíos quebrados

junto a las sedientas miradas,
que se funden en suspiros
agónicos de respiración.

Yo tuve en mis manos
el resquicio
de una sonrisa
sufragándose en el tiempo,
al alma
enviudando
en tu nítido nombre

y al amor doblando
la esquina .
Acabaré
como el duelo de una vela
tartamudeando
por falta de oxigeno
hasta que perezcan
sus cadentes lágrimas ;
pudiera ser
que se prendan en otro poema
y de un soplo
envejezca otra despedida .

José Manuel Acosta

sábado, 21 de mayo de 2011

EFÍMERO


Aguardo el reclamo de los ojos
cuando nadie escucha sus lágrimas
mientras la gentileza
de un pestañeo,
espera algun remedio
en la huidiza mirada.
De nada sirve llorar
si se relaja el olvido,
o se precipita la culpa
en algun grito
que nada te devuelve.
Suspiro
sin haber probado lo impreciso de un beso,
sin levantarme en el  parpado
imperfecto de las auroras.
Me he acomodado
en lo efímero de la vida,
pero la muerte
me observa de reojo.
José Manuel Acosta.

jueves, 19 de mayo de 2011

VISTO PARA SENTENCIA





Sospecho que al límite de mi candil
cuando revienta mi cabeza,
no puedo ser persona
sino vivo con destreza,
puedo ser el mismo Judas
sintiéndome bien hallado
y aunque no me asalten las dudas
ante las injusticias jamás callado,
anteponiendo por excelente
al homosexual si así se requiriera,
que ni hombre ni mujer presente
del ser humano mal hablar pudiera.
Me enfrento a las voces
que piedras tiran
por más que den coces
ninguna de frente miran,
que no hay que ser campesino
para ser un buen labrador
pues según hagamos el camino
seremos mísero seremos señor,
y diré a cada murmullo
como saben las mariposas,
que hay que pasar por capullo
antes de volar a las rosas.
Y ahora, quien se dé por aludido
que haga de mí olvido
pues yo a nadie doy la espalda
ni con pantalones ni con falda,
por no ser mudo
éste mi poema y yo,
quedamos desnudo.
Y como dicen por mi tierra,
no hables mal del vecino
pues aún no sabes
que el tuyo viene de camino.


José Manuel Acosta.




SIEMPRE QUEDARÁ POESÍA


Quítale a mis lágrimas tus ojos
y al verso las palabras ,
el sueño al poeta
y suspiros a mi boca
quítame las emociones
las noches solitarias 
el recuerdo de la aurora
y la vida si hace falta ,
porque después de eso
me queda poesía.
Deja que se pare el tiempo 
que se ahogue la sangre en versos
y deja las penas
recogiendo frutos ,
después de eso ,
también me queda poesía .
Vierte sombras
cosidas a mis penas
y échame al desierto
de tus besos ,
sacude el esparto de tus manos
en las mías
que después de eso ,
aún me quedará poesía .
Ponle a tu corazón
una cadena
con eslabones de mi alma
cerrando el candado del amor
porque siempre para ti ,
seguirá quedándome poesía.

José Manuel Acosta.

CUANDO YA NO ME LEAN



Cuando ya no me lean
y descansen mis versos en páginas cerradas,
me llevaré el aire de mis pestañas
al inicio del camino
para que mi loca fantasía
fabrique vientos donde mudar la esperanza.
Cuando ya no me lean,
contemplaré dichoso
la prospera fortuna de ser lector
y así,
mis furtivas retinas
conformen el rostro del olimpo
en las faldas de los gentilicios.
Mi behetría pluma
soberana y atrevida
en el oficio de su virtud,
buscará un tintero
para no ser del oprobio hundida,
y pase con acerbo pensamiento
a darle libertad en otras manos.
Cuando ya no me lean,
llevaré por himno el silencio
para que mi breña
hable en solitario
con los suspiros que mi pluma,
deje escrito en mi libro de madera.

José Manuel Acosta.

EL RUISEÑOR ( DÉCIMAS )


Cuando se apaga una sombra
en el sueño verdadero
de este amor puro y sincero,
si mi boca no te nombra
en el verso que se asombra,
encenderé una llama
con el beso que te aclama
aún habiendo sido herido
por la flecha de cupido
el ruiseñor en su rama.
José Manuel Acosta.

SÓLO POR AMOR



Se encuentra en el silencio
en las palabras que duelen
en el verbo herido,
y aún me quema su nombre.
He sido creador de magias
y letras de canciones,
hoy pájaro abatido, entiendo a su cazador.
Creo poemas para entretener al silencio
viajando entre letras fatigadas
que se erigen de la nada,
Ocultándome tras mí sombra apagada,
sólo oigo el latir de mi corazón.
Corazón mensajero de sueños
de diseño inmejorable,
de lengua universal
de reyes y plebeyos
de ricos y pobres.
Insaciante donante de vida
prestatario de pasiones
dejando su enigmática huella,
que cubre celosamente los tormentos
en la quietud de su palpitar.
Cisne de prisiones
que en tu pulpito de pregones
jadeas tu libertad.
Y caerás como viento desmayado
de nuevo en el amor.

José Manuel Acosta.

MOMENTOS EFÍMEROS



Anoche mientras dormía
se dilataban mis ojos
entre abriles sembrados,
un ocaso nuevo pintaba entre lienzos
la búsqueda de un destino.
Sutil y frenético, obra
de confines absolutos.
Mi ánima humana
se deshace en una voluta
de viejos pinceles.
No amanece el otoño
de ramas calladas,
entre mariposas de alas selladas
viaja la vida sin fortuna.
Anoche, mi estancia dormía
al elegante caballero
para despertar al iluso fiero
con una lúdica musa
de cabellos ensortijados.
Jugaré a pintar,
a pintar el universo
de bifurcados caminos
con la argucia de Dalí,
pintaré con la brocha de la bondad
flores de alelí,
me tomaré ancho
entre brumas diáfanas
de umbríos jardines
los otoños silenciados.
Anoche mi estancia vacía
dormía sellando lagrimas
dónde las horas acusadoras,
las pintaba con los dedos
del verde pálido de las auroras.
No faltará de mi paleta el negro rostro del olvido
donde desterrar las penas.
Eso fue, anoche.

José Manuel Acosta.

 

EL VEREDICTO



En mi ardua mente
labriega fabrica
constante de sueños
de proyectos y mensajes,
viaja fatigado y moribundo
entre pasos mordidos
el vomito de mi herido trabajo.
Entre mortales y muertos vivientes
entre quietud y miradas vencidas,
me transfiguro al contacto de tus lágrimas
y no hallo quietud
en ninguna de mis esquinas.
Pequeño ante el mudo
pero inquieto vividor
de fiestas e infiernos
sacrílego amante,
sacrifico al as de corazones
y me horrorizo
al verme demonio
y en mi carrera,
derramo la carne trémula que Dios me dio
¡! No barráis la putrefacta carne que en el deje ¡!
las aves de rapiña
al acecho quedaran satisfechas
en su vuelo rasante
de falsos Ángeles
cómo única protección.
Aportaré mi otro hombro
soportaré tu peso
testigo herido de tu propia humillación.
Tómame cómo postre de gusanos,
antes de juzgar
mete en tu pecho la mano.

No importa que me juzguen,
el veredicto
siempre será culpable.

José Manuel Acosta.

AL BORDE DE UN ENCAJE ( PROSA )

Llevo tanto tiempo definiéndome, que si adaptara mis recursos a morir en el tiempo, el inexplicable desamparo del dolor no relataría las emociones que documentan el paso de mi historia .
He perdido tantas huellas en el camino como éxito en los propósitos y aún así, proveo al interior de plumas para forjar un trinitario presente, tengo tantas fisuras en mi corazón que sin huir esta vez de ese ahogo , por encima del nivel de las aguas intento volar, pero nunca el hilo solitario deja libre el más cercano paredón de la muerte donde están mis sentimientos al recaudo de todo mal.
Conozco el perfume que sale de la brisa del desaire, el atrevimiento de la resina de un momento , el aterciopelado beso que volatiliza el corazón y el halo de fragancia que posee la serenidad.
En un instante puedo dejar escapar de un verso el sándalo que atrape mi alma en deseos, y decidir si en un abrazo retórico existe originalidad o si una almohada llena de sueños , es el resquicio interminable de la esperanza abandonada en el borde de un encaje.
Me cuesta, sí, me cuesta definirme, pero cuando no me encuentro  cómo primera opción decido vivir, el resto queda en un minutero robando segundos al tiempo.

José Manuel Acosta.

domingo, 15 de mayo de 2011

PALABRAS


La palabra no es muda porque habite en el silencio
ni sorda porque la voz esté ciega.
La palabra es aquella que se viste de medallas heroicas
balanceándose en las libertades
y los derechos humanos.
La palabra no es un golpe en la espalda
para consuelo del hipócrita
ni es rancia para peinar las canas.
La palabra no es una carta sin firma
con un sello al destino
ni un genocidio
de verbos sueltos
que puedan ser encarcelados.
Es consuelo al desvalido,
una silueta de horas que borran el desconsuelo,
la nostalgia de la memoria
cuando los recuerdos
se balancean entre lágrimas.
La palabra es indomable a la injusticia
Porque el mayor peligro de la verdad,
es la palabra.


José Manuel Acosta.

sábado, 7 de mayo de 2011

NO PREGUNTES POR ELLA


No hay deber que descuidemos tanto como el deber de ser felices.
Stevenson, Robert Louis


Sobre la felicidad, dice el catedrático de psiquiatría granadino, Enrique Rojas Montes, en "El hombre light" (1992): "La felicidad es la máxima aspiración del hombre, hacia la que apuntan todos los vectores de su conducta, pero si queremos conseguirla, debemos buscarla. Además, la felicidad no supone un hallazgo al final de la existencia, sino a través de su recorrido".
También el filósofo estoico frigio Epicteto (50-130 d.C.) decía que "No depende de nosotros el ser ricos, pero sí el ser felices. Además, las riquezas no son siempre un bien, porque suelen ser poco duraderas. En cambio, la felicidad que proviene de la sabiduría perdura siempre".
Otra máxima importante es la definición dada por el dramaturgo español Antonio Gala (1937-): "La felicidad es darse cuenta que nada es demasiado importante".

Y algunos psicólogos( sobre todo los conductistas) también dicen que: la felicidad no es conseguir grandes logros ,sino dar importancia a las pequeñas cosas.



NO PREGUNTES POR ELLA
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Estos versos
pueden ser una mueca triste
del corazón,
un sobre cerrado sin destino
que lame el viento
como retama de fragancias
Perdidas,
y yo,
dialogando con la sombra
que despide mis sueños,
afanarme en completar
el puzzle de mis entrañas.
Son cejas de recuerdos
que desgranan la soledad
mientras mi almohada
se bebe las lágrimas
explorando las desdichas,
el último nudo que socorre
mi garganta
no aprieta mis heridas,
ni asfixian las llagas
que dejan ver mi exterior.
Las suplicas ya no golpean mi pecho
ni las torpes preguntas
entrelazan las respuestas,
he aprendido a evaporarme
cómo la nieve
y ser sólo una parte de la existencia.
No me importa saber cuando volveré
porque la vida,
son pequeñas laminas
de sentimientos
donde se oculta la felicidad.
José Manuel Acosta.

UN AMOR INALTERABLE ( A MIS HIJOS )


Pertenecéis a la cara del apellido
y a la cruz de mi nombre.
Sois orfebrería de oro
en retablos de almas nobles,
la evangelización de la vida
que viste de orgullo mis ojos.
El dominio de mi corazón
es una estancia
que me conduce a vuestros latidos
y en el umbral de las palabras,
permanezco invisible
antes que se desmayen los besos
en mi cara.
Urdiendo impresionismos,
sois la creatividad de los gestos,
la soberana pluma
que concede arte a mis versos
en el emperador verbo infinito.
Azahares preñados de primaveras inalterables,
hispalense ombligo de los naranjos
en piramidales abrazos.
Sois, más allá de cualquier propósito,
prodigiosos matices de colores
adornando mi vida.
José Manuel Acosta.

HÁBLAME POESÍA



Háblame poesía ,cuando el pistilo de mis letras
se anegue en otoños,
cuando las almas de mis verbos
busquen el cielo de un poema
en el devaneo de una letra
filtrando existencias.
Háblame poesía, cuando des
afectividad a mis manos
buscando la piedad
de tu tiempo
y el perdón de tus años.
Háblame poesía, cuando la culpabilidad
de mis lágrimas
buscan tu consuelo
alterando mis sentidos.
Háblame poesía, cuando seduces mis latidos
gorgojeando mis ojos
la ingenuidad de sus logros.
!Háblame poesía, háblame¡,
Tú, que hablas por mi silencio.
!Háblame poesía, háblame¡
que apenas te estoy
contando mi vida.

José Manuel Acosta.

viernes, 6 de mayo de 2011

LA MIRADA DE UN POETA


No hay mejor poesía
que aquella que se escribe
con los latidos del corazón,
aquella
donde los verbos son un tintero en el alma
maquillando al tiempo
en sonrisas inacabadas,
hurtando pestañeos
que cosen heridas
para entretener los gestos del pensamiento
aunque la autoridad de mi pluma,
descienda en las lágrimas
que aquejen sus ojos
en el matiz
de la viceversa de los adjetivos.
Esa poesía,
se multiplica con la sencillez que la viste
y se divide
en cada generación que la considere.
-Es una habitación en silencio,
la llama estilizada de una vela-
La poesía,
no es definitiva en definiciones
ni tiene suspiros inapropiados
y es porque el poeta,
tiene la habilidad
de buscar esa vida
que otros malgastan.

José Manuel Acosta.

MÍRAME ( DEDICADO A MI SUEGRA )


Se llenaron tus sueños de palabras
con lágrimas sustentadas en compromisos,
en el dolor de la fría caricia
que se adentra
en el hueco vacío del corazón,
esquilmando los latidos
que profanan tu sangre.
Ni un solo quejido
lastimaron  las palabras
mientras tus manos
sujetaban la sonrisa
que se acomodaba al silencio
de la despedida.
Te vas, con el murmullo
de los pañuelos exprimidos,
dejándonos el alma descosida
te vas,
con el nombre salino del poeta
con la palabra
susurrando heridas
y aún así,
sello tu ausencia
balbuceando necesidades.

José Manuel Acosta.

MARIO BENEDETTI ( SONETO )


El corazón se puede olvidar
que por amor ha sido lastimado
si llora de ausencias desdichado
con herida de muerte por amar.

Se viste con latidos del soneto
él, divino elogio en la cumbre,
pone su hermoso verso a la lumbre
aunque pudra el aire su esqueleto.

Más allá de cualquier promesa dice:
mientras me encuentro lejos del presente
muestro mi verdadera gratitud,
 
cuando llegue la hora que bendice
al corazón en óbito presente ,
lléname de razones el ataúd.


José Manuel Acosta.

LA IRÓNICA HUMILDAD


He desnudado la rauda aventura
que suda la humildad y se aleja tensa
cuándo el vientre frío de la huida
sacude vanidades disfrazadas.
Reside en mi espalda la angustia de mis ojos,
las palabras que se enredan en la garganta
y ese erótico aliento de la virtud
que condensa mi existencia a veces banal.
Soy una malicia porosa y ridícula sin dilemas,
una opiácea sonrisa
ya que nunca sabré bien
donde estará mi destino.
Ayer viste mi alma
desnudándose en intentos,
hoy queda sólo un reflejo
y mañana quizás sea olvido,
siendo el ufano instante
que desnuda las horas ,
una sombra sin salida
en el cajón de los sentimientos,
pero nunca profanaré la humildad
del justo camino,
sino destierro los perdones,
porque es fácil mirar
a los ojos
y no estar a la altura de los hombros.

José Manuel Acosta.

PRÓLOGO-LA OTRA CARA DE LA SONRISA


Mi angosto aliento
tejido sobre el eco
del vientre caído
en la matriz
que lo sustenta,
acumulan
en las amañadas rutinas
la ciega virginidad
de súbitas heridas
que rechinan en mi alma.
Ya no sé
que pedirle a la vida
para que mutile mi tristeza,
que no se ahogue mi boca
en la voz de cobre
mientras mis cuerdas
vocales,
son un mito de existencia
decrépita.
He de seguir cultivando
la muda sonrisa,
cuando sigo destilando
los desplantes
de la soledad
como el calvario
de los olivos,
que aunque se llene
la alberca de agua
las penas siguen arriba.
Huyo de la media conjunción
de los turbios rezos,
porque sigo viendo
que me llueve por dentro

José Manuel Acosta.

LOS OJOS DE LA MUERTE

Hay adversidades en la vida ,
que claudican
más allá de lo comprensible
y mientras viajas por los limites
de cualquier lógica,
despiertas
en la dislexia
de una oración.
Pretendes acariciar
la contrariedad
que supone la renuncia
y buscas con el visor
de los latidos ,
esa felicidad
que siempre se resiste
a reencarnarse por días
y así, sin que la vida
nos agradezca quienes somos ,
vamos a merced
de la bruma
entre billetes de idas y vueltas
desplegando
alguna que otra sonrisa.
Pero mientras haya
escenas
envolviendo caprichos,
llegará un día
que se nos conceda
el sueño.
José Manuel Acosta.

LA MITAD DE UN DÍA


El eco íncubo en ascuas
de retoño inmortal
donde algún Dios equivocado ,
dejó mi valle oscuro
con el propósito
de un fluido perfume .
Mi pecho, un caldero de pasiones ,
buscaba el murmullo
atrevido de tus manos
con sencillos deseos .
Llámame con tu vientre
súcubo
y deja que mi vulgar aposento
tiemble cuando eres toda mía .
Quiero ser,
la rima que devore tus ansias
en esa luna aniñada
cuando se escapa la noche.
Alguna mañana,
seré esa gota supina
deslizándose por tu cuerpo.
José Manuel Acosta.

LAGUNAS EN EL ALMA


En un ovillo de latidos
pastorean
luzbeles versos
desvaneciéndose en el final
de un poema
mis tristes silabas.
Se desliza la vida
por las esquinas del alma,
pintando con el color
de la sangre
mi heraldo corazón,
perturbando la simiente
del sufrimiento
si el delirio de una caricia
se suicida en los gestos,
fraguando en la colina de tu nombre
el destino de las horas.
Hoy,
se quedó mi vida
escribiendo un poema
en el cristal de las metáforas ,
pestañeando el vía crucis
de los intentos
como los delirios de una vela.
Mientras los años
siembran las arrugas
en el vaso de las promesas,
yo sigo pintando
la cobardía de cal,
aunque mis labios
lleven tu firma.

José Manuel Acosta.

UN ÁNGEL EN LA NIEBLA


( DEDICADO )

Es una liturgia
vivir los días en un espejismo,
es abrir las arterias de la noche
para que escape la agonía
desafiando al aire del recuerdo
con sentimientos acuchillados.
Llueven ángeles
oxidando el escalofrío
que muerde al corazón,
y desnuda
el acuario de mis lágrimas
con un atragantado resto
de temblores rutilos.
Yo lo siento
como un oleaje
amamantando la orilla
del grito,
me desnuda
con las alas
de su pronunciado verso
arrastrando la simiente
del calvario,
en el ayuno de una sonrisa.
Hoy he revivido la tristeza
en la piedra de las plegarias,
en el degollado frío
aquejado de triste aliento.
Que no me hablen de la justicia de Dios,
cuando a los jueces de la injusticia
no le importaron mis heridas.
Hoy he volado con un ángel,
antes que me rinda cuenta la vida
y escriba su segunda parte.

José Manuel Acosta.

ÚLTIMAS VOLUNTADES


Estoy predestinado
a seguir dando tumbos
por la conciencia,
sin saber
el precio a pagar ,
no me importa
vivir en la aventura
de entretener al silencio
precipitándome a la muerte
en vidas de cera
y colmenas de sonrisas.
Me gusta ser esa danza
que de puntillas
lleva los lamentos
y juega a esconderlos
en el tiempo.
Hemos socavado
tantas veces nuestro interior
jugando a las apariencias,
que mientras afablemente
estafamos al alma
tarde o temprano
la vida ,
atravesará ese roce
de cordura
escribiendo invisiblemente
nuestras últimas voluntades

José Manuel Acosta.

NENÚFARES


Eres el nenúfar dormido
de un eco ,
la voz poética
de la mañana
y un sueño desnudo
cortejando al río .
Eres el rostro
apoyado en el silencio ,
debilidad melancólica
y efímera rodilla
de la aurora .
-Agoniza la lluvia-
Porque hay suspiros de rocíos
sollozando
en un costado del olvido,
quedando impreso
en la ribera
José Manuel Acosta.

ANÓNIMOS



Hoy llené mi tintero de latidos
intentando buscar un verso
que hidrate la sinuosidad
del tiempo.
Un verso
para sostener las ingratitudes
y un latido
para compartir los fracasos.
Un verso
en posición fetal
perdiéndose en lágrimas
y un latido
que no cierre
el último pestañeo de sus ojos.
Un verso
que sude gratitud
en un furtivo papel
y un latido
que desembarque
en el corazón del poeta.
Un verso
que llene de fragancias los años
y un latido
que perfume su biografía.
Hoy, intenté llenar
mi versos de ovaciones
a los anónimos
que aportan
latidos a la vida.

José Manuel Acosta.

LOS AQUELARRES DE LA LIBERTAD


He vivido picoteando sueños ,
palpando la niebla
que fragua inútiles promesas .
La duda razonable
siempre vino
con rostro de silencio
y quiso incubar su nombre
en el suntuoso corazón ,
para anunciar el celibato
de sus latidos.
Respiro la impaciencia
con sigilo
cuando la libertad ,
se enreda en el acero
de la piedad
-Es como querer peinar el agua-
Cuando fermenta
las ansias del destino ,
siempre habrá
quien quiera
custodiar tus deseos .

José Manuel Acosta.

NO TE DEJES VENCER


Yo veo las promesas
disuadirse
cómo el alma en un espejo,
los enojos retorciéndose
en las conciencias
y el vacío de las lágrimas
recuperando intentos.
Yo veo
la profundidad más negra
de los miedos,
el margen escaso de los héroes
y la droga devorando
la línea de la vida.
que duerme
en el llanto de las madres
tapando las arrugas
del corazón.
Yo veo
la autentica obra de la vida,
el canto del sueño
susurrándole a la esperanza
aunque alguno
se quede sin cumplir.
Yo veo,
y doy gracias
por hacer que mi pecho
sea un escenario de sonrisas.

José Manuel Acosta.

PROBABLEMENTE


He subyugado esta triste vela
que se consume
entre palabras inacabadas,
mientras ordeno los gestos
que se consumen entre mis manos
en una alianza de verbos
y no he logrado escribir un solo verso.
Me pongo en evidencia si hace falta
cuando el pecado se reencarna en virtud,
y me desnudo harto
de la pereza de los bostezos.
Quiero seguir siendo
esa palabra voluntaria sin precio,
que sea mi conciencia
la propia ley concebida
ante que mis pasos se suiciden
en un alboroto de calles
de injustas diferencias.
Hay un mimo
del que ya no escribe nadie
porque nadie, soy yo.
José Manuel Acosta.

TASHNAG NUIT


Me quema el ciclope literario
ante el quebrantahuesos poético.
La herrumbre asolapada
lleva el nombre de los muertos,
el estigma Nobel
no predica en vano.
-Mientras-
Se rompen las palabras
en el desfiladero
de las almas.

José Manuel Acosta.


 

EL TEATRO DE LA HIPOCRESÍA


En ese transcurrir monótono
de tantas noches soterradas,
en el quejido de las farolas
que viste de lunares
las sombras
y los mudos suspiros
tuercen las esquinas de las soledades,
hay cartones
mugrientos de tristezas
rumiando migajas de dolor.
Apenas respiraba la mano
en un despiste,
llegaba el juez
impoluto de la fatiga.
Con el cuello guillotinado,
se sacude el día la indiferencia
y pronto olvidó su nombre
el actor de los aplausos
que duerme,
con su hipócrita moneda.
José Manuel Acosta.

UN DEVANEO INSISTENTE

En el epígrafe dorado de mi nombre
me leerá atenta la tierra
porque será la concubina de mis libros
cuando me recuerde en crisantemos.
Suspirarán mis llagas
en la sórdida Biblia del alma,
y mientras los pechos de la noche
calan mis huesos,
se paseará mi conciencia
descalza.
Así escribe la muerte
mis debilitados versos
porque a veces,
es lo único en común
que tenemos algunos mortales.
Mientras, a lo lejos, muy a lo lejos,
juega la felicidad
a quedarse ciega .

José Manuel Acosta.

HERIDAS



Hay heridas
que coagulan la sangre
sustentando el olvido
y heridas ,
que se cosen en silencio
como el alma en rutina.
Hay heridas
que se blanden valerosas
luchando con las incomprensiones
y heridas,
que sellan las ausencias
de las circunstancias.
Hay heridas
Colectivas,
acostumbradas a lo evidente
y otras
quemando sueños,
balbuceando necesidades.
Hay heridas
parciales por el cansancio
y heridas asonantes
en verbos inexistentes.
Hay heridas
invisibles
vistiéndose de pobreza
y heridas comiendo heridas.
Las heridas pueden curarse
cuando una caricia
no significa sacrificio

José Manuel Acosta.

FRASES DEL DÍA



-Quien busca la verdad a través de otros, nunca la encuentra.

-El ser humano empieza a morir cuando cree que los prejuicios son verdad.

-Hay quien pretende cambiar el destino antes de vivirlo.



-Si quieres ser amigo de tus enemigos  tendrás que parecerte a ellos


-Hay amigos que son como un cuento, realidad en tu mente y ficción en la realidad

-Estamos tan preocupados de lo que le pasa al mundo que nos olvidamos de lo que nos pasa a nosotros
 
-Muéstrale a la gente lo feliz que eres y sabrás cuantos te odian, cuéntales un problema y sabrás cuantos premanecen a tu lado


-Cuando donas tus órganos, la persona que lo recibe te da la oportunidad de seguir viviendo



-Hay personas que viven en un orfanato llamado soledad y se mueren esperando
que las adopten-
¿has dicho hoy te quiero?

-No quiero curar mi alcoholismo,
me gusta beberme los libros
para estar siempre borracho de palabras-

-Invertir en I+D+I es hacerlo para el progreso y el desarrollo de los pueblos, pero ningún pueblo se desarrolla si no invierte en A+M+O+R-

-Quien no se acepta como es
necesita imitar a otros-

-Ningún libro te dará más sabiduría
que el que ha leído tu experiencia-

-un libro es abierto por la inteligencia
y cerrado por la ignorancia-

-Los espejos los inventó la mentira
para conocer la verdad-

-La verdad nunca tiene que decir nada
porque ella aparece en silencio, lo mismo que el sol aparece ante la luna-

-Una gota del rocío sacia la sed de una flor . Lo que demuestra que con pequeños gestos se consiguen grandes logros.-

-Las lágrimas son las huellas que deja el corazón cuando camina por el dolor-

-La solidaridad es un largometraje de muchos actores con poco público-

-Tu mejor carta de presentación no es tu manera de vestir si no tu forma de escribir-

-Viste tu cuerpo de ortografía y nunca pasarás de moda-



José Manuel Acosta.

lunes, 2 de mayo de 2011

NO ME OFENDE EL TIEMPO

He buscado el atractivo
de una palabra
para hacer decano
el filo de un verso .
No podría reprocharle
nada a mis poemas
cuando sea inerte
mi cuerpo,
ellos serán pavesas
incrustadas en el tiempo
y serán en la cripta
la voz de mi silencio.
En ellos
está el brillo
de mis ojos,
la sangre de mis venas
y el eco del alma.
Jugaron con mis manos
sin cansarse
y conquistaron
a mi humillada pluma
-ellos-
alcanzaron a comprender
el interior
de este triste poeta
que buscaron de sus afanosos dedos ,
la complicidad del momento.
Mis versos
siempre serán visibles,
aunque sangre
el epitafio
de mi tumba ,
quedando su antología
colgada en la punta de un ciprés


José Manuel Acosta.

CITA CON LA NADA

He gritado su nombre
buscando el pecado
de la noche
con el cutis perfecto
del silencio
y yo,
penetrando
en la hiniesta pupila
de la indiferencia,
me desmoronaba
en un pacto
con la amargura.
Cincelé
los adjetivos
con el borde
de mis labios,
mientras mis palabras
se arrugaban
en el oráculo
de los segundos.
Podéis tocar el genocidio
de la aurora,
escuchar el turbador
gemido de sus augurios
-Mirad-
como se beben los silencios
un laberinto
de suspiros.
En mis manos
quedará el relente
de una caricia
entre la vida y la muerte


José Manuel Acosta.

ROSA ENVIDIADA

Abandonado el polen
por la desesperación,
unos pétalos
de rosas rojas
callan su gesto
en una caída
que engulle la tierra envidiosa
por ese aroma que tanto
vaticinan mis clarines ansiosos,
la primera vez
que su viento rozó mis labios
compuse una alfombra de poemas,
pero la falta de ese aliento
cerró de golpe
la puerta de mi garganta
apretando el oxigeno
de un romance manuscrito
y latidos asfixiados.
Yo provoco a sus raíces
alimentando mí cuerpo,
esa viva huella
muere gritando
dentro, muy dentro de mi corazón,
y me levanto
como madre hierba
engendrando campos
donde pongo voz a la tierra.
Una vez más
mi tintero emocionado
se levanta como rosa florecida
y mis labios
sellan una carta herida
con destino te quiero.


José Manuel Acosta.

SUSPIROS Y AUSENCIAS

Despierto devoto
en la arista soluble de un verso
cuando viene la muerte
lejana por mis venas,
reposan efímeros besos
diluyendo mi ignorancia
hacia la gloria erguida
entre suspiros y ausencias.
Desprecio las compulsorias lágrimas
si corteja un embalsamado tiento
formado por la osadía de mis dedos
que dibujan abstractas
estelas de esperas.
-Soy bohemio-
refugiado en el gesto
de un peregrino ermitaño
apoyado en la cojera de un sueño
maquillando estribillos desangrados.
Yérguete en mi herida mujer,
echándome raíces desnudas
de pétalos silenciosos,
perfilando el acuoso tiempo
las efemérides que tú rechazas
y que alimentan mis recuerdos.


José Manuel Acosta.

GIME EL TIEMPO

Es mi voz tupida
la que en deseos marca una huella
acostumbrada a delinearse
en la metáfora de tus manos.
Mi corazón….
Verso épico donde residen mis latidos,
se asegura
un trono desnudo
de epopeyas frágiles
dibujado por la arena
de alguna playa
donde sus aguas
recogen las exequias de su existir,
mientras se nutre el tiempo
en hombros de la soledad,
cuelgo una lágrima
en el visillo de las apariencias
-queda el aire-
aquel que recibiendo
un suspiro de sufrimiento
guarda en el silo
(donde mora el ahogo)
una sonrisa,
mientras espiando
a la muerte
se ata la esperanza
al vacío del tiempo.


José Manuel Acosta.

voy muriendo

Camino en las rodillas del tiempo
cuando las marismas de mis latidos
pulen mi primigenio existir,
audaz testimonio
de valoraciones
- Amor-
espiral de algodones
abocado a contemplar tus ojos
deshaciéndose antes de morir,
acuosa textura de estallidos,
rútilos y embaucadores
ígneos crecientes,
delimita mi carpo tembloroso
la síntesis de un verso
trazando desiguales
los detalles de una lágrima
por que soy ese solitario lucero
que alumbrando
tristes calles,
dibuja el tiempo
con la yema de un dedo
en el ser o no ser
mientras muero.


José Manuel Acosta.