Entra
el rocío degollando el quicio de mi ventana
el
silencio es un quejido cuando amanece la soledad
y la
noche huraña murmura la llegada de otro otoño.
Envejezco
con los recuerdos
cuando
el borde de mis arrugas
producen
heridas sin cicatrizar
y los
suspiros derraman por mi nuca oraciones.
Soy el
secreto del tiempo
que
huele a muerte,
me
marcharé tranquilo
comiendo
derrotas,
hilvanado
la vida(…)
para
completar la felicidad que siempre se resistió muda.
Todos
construimos nuestra morada final
pero nos
resistimos a construir la(…)
que
dignifique de algún modo
las
palabras escritas en mármol,
cuando ya no oleremos las flores
ni
construiremos nombres,
porque
cuando tallas la piedra
corres
el riesgo de ser olvidado.
Hemos
venido al mundo
para
morir,
de ti
depende
como
quieres ser recordado
algunos
viven como héroes
muriendo
con humildad
otros,
nos creemos los dueños del mundo.
José Manuel Acosta.