sábado, 15 de septiembre de 2012

LA TRISTEZA DE LAS SOMBRAS



Sales de mi boca hibernando
en mi frágil garganta
mientras buscaba tu sombra
de recuerdos descalzos
y el vuelo de los pájaros tristes
se arrodillaba en el quicio de mi ventana.
Te pensé en el silencio de las palabras
cuando el dolor amortajado,
esperaba con timidez
una lágrima donde apoyarse
porque los suspiros,
callaban la verdad de mi alma
desnudando su voluntad.
Quédate hoy en mis versos
en el aliento que gotea mi pluma
porque ella siembra el nombre
que yo riego con deseos.
Vagabundo por el vientre de las calles
mi sombra,
no espera amaneceres.

José Manuel Acosta.

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