miércoles, 17 de octubre de 2012

SIN RENUNCIAR A LA VIDA


Me ahoga esta distancia inhóspita
cuando la humillada herida
recorre el tiempo
descalza por la soledad.
Mi despoblada mente
entre la lentitud de sus pensamientos
y la caída silenciosa de mis razones,
hacen las horas sus maletas
para distanciarse de todo propósito.
Se me escapa el acento del miedo
el beso invisible de los sueños,
la insistencia despierta de mis arrugas
que con la capa del frío
insiste en acortar mi nombre.
Tengo momentos de lucidez
cuando las palabras se acarician,
porque en esa partitura de veros,
más rápida que el viento
será su eternidad.
La diferencia de saber de vivir
es como leer un libro,
mientras un tonto
lo abre para parecer inteligente
este último
lo cierra devolviéndolo a la vida,.
- un cajón que
permanece cerrado
no desvela su interior-
 
José Manuel Acosta.

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