martes, 10 de febrero de 2015

PARA EL DÍA DE LOS ENAMORADOS YO YA TE HABÍA AMADO

Y decidieron nuestros labios
que un soneto no puede vivir escondido en nuestras manos
porque no se miden las caricias.
Con la ternura que puedan llevar mis versos
y ni aun así escribiría los más bonitos
cuando se despiden de mi boca tus besos
sin que ninguna esquina de mi lengua
respete los deseos del destino.
Podríamos ser el arpegio de una guitarra
o correr tras una nube
donde perdernos para siempre
sin dejar que el alma se quede muda y olvidada.
Y dicen que se llama amor
cuando te angustia el reloj
porque se queda en un minuto
todo lo que no has podido decir en una vida,
que te hidratas los labios con su nombre
y pintas con tus ojos corazones en la pared
porque sabes que amor
es llamarla en soledad.
Qué me importa saber que es el amor
si me sé su cuerpo de memoria
de tanto nombrarla.


José Manuel Acosta.

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