al primer poema que llenó de sueños
mi habitación
con todos los latidos que se fueron en el tiempo
y nunca recuperas.
De vez en cuando
hay que vivir en el recuerdo
porque el presente
es demasiado corto
poniéndole remedios al futuro.
Qué ilusos hemos sido siempre
al no darnos cuenta
que duramos menos
que el gesto de una cerilla
José Manuel Acosta
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