domingo, 17 de junio de 2012

ALGO POR ESCRIBIR

Aunque me esté muriendo y de versos
se llene mi tumba
cuando las lágrimas sacudan verbos en soledad,
no reces por el nombre del poeta
si no por la inmortalidad de sus palabras
que perdurarán en el tiempo.
Cuando claudique mi diario la vida
habré viajado por el alma de las palabras
sin miedo,
buscando la voz de mi pluma
que se extingue en preguntas.
Nunca he estado en silencio completo
porque he sabido escuchar mi corazón,
que me ha salvado de cualquier derrota
con un gesto sencillo.
Ahora, la muerte siente curiosidad
y huyo de tanta gentileza
sin explicaciones,
torciendo la esquina de la vida.
-me queda una frase por escribir-
donde habitan los cipreses.


José Manuel Acosta.

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