martes, 1 de julio de 2014

EN EL BORDE DEL SILENCIO


Mírame, estoy aquí,
encadenado a tu silencio
cuarteándose las horas
que son luto de muerte,
lágrimas de hierro forjado,
que no es dolor ajeno
lo que escupe la arrogancia
cuando tus abrazos,
son una ausencia simétrica
de mi llanto que se lo traga todo.
La vida es el disfraz de la muerte
que sin buscar nada
lo encuentra todo,
y se pudren tus pulmones
por el desconsuelo imprevisto,
sin detenerte, sin escuchar nada.
Camino por un asfalto sin nombres
entre sombras vacías
que te miran de reojo,
como la silueta de la ausencia
que se acomoda en el pensamiento.
Mírame, estoy aquí,
exactamente donde siempre me encuentro,
donde nunca me buscas,
que hasta la soledad muere.

José Manuel Acosta.



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