lunes, 22 de agosto de 2011

QUEJIDOS


Se me escapan quejidos
en un rezo constante
sin imponer la palabra
que se rompe agónica
en cada oración.
Mi consuelo se cultiva
en soledad,
en la caricia de mis hijas,
de su madre
y cuando abro la ventana,
no veo a ningún Dios
esperándome .
Sigo atrapado en la nada
hasta que el destino
me conceda
descansar en paz.

José Manuel Acosta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario