lunes, 2 de marzo de 2015

PROPOSICIÓN INDETERMINADA



Deja la meticulosidad
de mis manos
inventando un beso
donde tus muslos,
reclaman la vida
cantando como una cigarra
entre tus pechos
porque mi lengua
es un manuscrito de onomatopeyas
y la excitación
un reloj de arena.
Me excita el erotismo de tus ojos
desvaneciéndose
con el arma poética de eros
por el sudor de nuestros labios.
Cómo me gusta ser
la palabra endémica
sanando en tu cuerpo.
Aquí estamos,
donde no nos alcanzan los espejos.

José Manuel Acosta.

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