Se puso su ropa nueva
hasta que se abrochó el último botón de las desigualdades
para no estar más desnuda que los débiles.
Andó como los malos poetas
que escriben
con palabras de domingo,
como todas las esperanzas
que se mueven de un sitio para otro
esperando que algún idiota,
te diga lo bonita que es la vida con su corazón inmóvil.
Luego, mira para el cielo esperando que algún hijodeputa,
se atreva a violar su tristeza sabiendo que se ha enamorado de los después.
De niña escribió: quiero flores que no estén manchadas de sangre
porque no importa a qué lado del cuerpo tenemos el corazón.
De niño dijo:
a la gente le importa más saber con quién te acuestas que el despertar de tu felicidad.
( seguimos haciendo leyes de igualdad porque no sabemos vivir con las desigualdades)
José Manuel Acosta.
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