miércoles, 23 de diciembre de 2015

SÍNDROME DE ABSTINENCIA; AMOR


Y un día, golpearon mi ventana,
y el hombre gobernando la materia salpicada de odios,
siguió impregnándome de auspicios, y vi moverse
las cortinas que ya estaban oxidadas.
El enfermo, el de capacidad distinta.
Ninguno lo es más
que aquél que se encuentra solo.
¡Qué forma tan sencilla tenemos de huir del mundo!
Por eso, muere antes el que juzga
que aquél que juega a detener el tiempo.

José Manuel Acosta.

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