Dicen que el poeta
es una reliquia
de su propio ego
ajustando su pluma
a un mundo ficticio,
que encadenándose
sólo a su lectura
desprecia la gratitud que otros ofrecen
de igualdad.
El poeta respira hipocresía
cuando siente su trono peligrar
porque él desobedece
a la sana crítica,
cuando elegantemente
otros construyen
la culta narrativa.
Dicen que el poeta
es un dictador
en busca de su propio
estereotipo,
sublevándose
contra quienes actúan
y piensan contrariamente a su palabra .
Dicen que el poeta
es ese gigante literato
pensando con equidad
que nadie es mejor que él
y es que,la poesía nunca da frutos
porque a los editores no les gusta sembrar miedos.
Y yo, siempre seré ese
agricultor de letras
que labrando verbos,
riega palabras incompletas
abonando poesías
que permanecerán perfumadas
en el tiempo
recolectando lecturas.
José Manuel Acosta.
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