martes, 2 de septiembre de 2014

ALGUIEN NORMAL

Me ha faltado ese adiós frágil
que se lleva los monólogos dramáticos
de las palabras altruistas
en un laberinto de lágrimas autobiográficas.
Me oculto en ése rechinar
vacío de aullar la soledad
que tanto tiempo
lleva errante en el alma
convirtiéndome en una voz extraña.
Qué no daría yo,
por quedarme ausente
escribiéndo mi nombre
en los cristales
tan indeleble como el vaho de la muerte.

José Manuel Acosta.

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