TODAVÍA

Estoy haciendo la maleta

para llevarme los adjetivos

sin fecha de caducidad,

los verbos en un ayuno contenido

y las palabras convertidas en ceniza.

Hoy escribo por si mi boca

deja un beso muerto,

por si tengo que irme

con el silencio

adelantando disculpas

o mis caricias,

ya no prometan nada

porque mis ojos

se quedan anónimos

aunque mis manos tuvo voluntad.

Estoy haciendo la maleta

con los todavía queriendo,

pero la muerte pierde la paciencia

para satisfacer su hambre

y la soledad viene con prisa.

José Manuel Acosta.