jueves, 7 de julio de 2011

CUANDO LLEGUEMOS A VIEJOS II



Apoyaré mis años
en desengaños arrugados ,
en la consonante
de tus ojos
y esparciendo mis versos
por tu boca,
esquivaré mi difunta
palabra .
Receloso en la seda
de tus manos
de tus pies hermosos
y del guardián de tu pecho ,
iré a buscar
los mirlos blancos
de tus cabellos .
Tus ojos
de arrayán brabántico
inestable
son barrocos pliegues
de lozanos mayos ,
y no dejaremos preguntas
anegándose
en el suburbio silencioso
de las almas
porque ya ,
no necesitaremos del tiempo
esa respuesta
cuando dancemos
en soledades .

José Manuel Acosta.

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