lunes, 11 de julio de 2011

CUENTOS MORALES II




Levantado el muro de las incomprensiones,
mis ácratas manos
cierran el ego de los falsos panegíricos,
destierro las mañanas en la boca de la luna
y azorado por tantas palabras nevadas
cierro mi lengua desguazando los solecismos.
no puede ser protésico el razonamiento
cuando el epigrama del corazón
es un panal de sentimientos
que no anegan al alma,
pero nuestra ansia de ufana frente
es un gemido céfiro entrando en otras pestañas
sin importarnos sus arcanas lágrimas,
los talones encallados
miran la espalda de los intentos
mientras nos olvidamos que su inicio
miran las canas de la experiencia
y aún así, nos convertimos
en un estanco con adornos flotantes.
Las sentencias falsas, hacen penitentes
buscando un perdón
que se desvanece así mismo,
cuando el ignorante busca el extravío de sus palabras
ya los Dioses dieron su versión,
y le dejaran en este mundo
del mismo modo que llegó.

José Manuel Acosta

No hay comentarios:

Publicar un comentario