lunes, 4 de mayo de 2015

EL POETA CONGÉNITO

He escrito unos versos
con el dolor
que me ha sobrado.
Con los quejidos
escribí un léxico sin brazos,
con mi pluma pensé
sanar las hipérboles,
coserme con puntos suspensivos
las ideas
por si se escapan
los acentos diacríticos
de mis venas.
Los suspiros
se quedaron en sinéresis
y mi corazón
en un punto y aparte.
Al fin comprendo
que un poema
es una locura transitoria
y otros,
una demencia permanente.
Me consuela saber
que recupero mis funciones
progresivamente.


José Manuel Acosta.

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