domingo, 24 de mayo de 2015

TAPANDO SUEÑOS


Abrí la pesada puerta de la vida
para salir con la culpa abrochada respirando libertad
y otra vez me engañaron los sueños.
Alguien pinta las emociones
de rímel negro, desordenando las palabras a su paso.
Solo quería correr, con la cara manchada de tierra
y los zapatos llenos de réplicas
para ver si a última hora del día
me devuelven algo de lo que no entiendo.
Sentí el peso de una manta
por si la vergüenza descubre el rostro
de los ajenos que evitan pasar al fondo del corazón
porque no te van a querer más por ser bueno.
Me abro paso a codazos, la verdad no cambia nada
si la culpa cierra la puerta,
me hace más daño la realidad
que lamentarme de la tristeza.
No vayas a decirle a nadie
que me acerqué a ver el dolor sobre las aceras
para sentir como respiran los muertos
y evitar una doble condena,
porque quien no tapa sus vacíos
no puede ocupar otros espacios.


José Manuel Acosta.

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