viernes, 3 de julio de 2015
SIN LÍMITES
Te amo porque me pesa lo cotidiano,
poque siento
el ruído de los besos
silenciando el corazón
y se pierde lo que no se busca.
Sé que caminan
serenos los años,
sobre todo
nadie molesta mis pasos.
Que tengo los días oxidados
y tomo caramelos de menta.
Ya sé que le toso
a la fortuna
que tengo los muebles tristes
y busco las primeras cartas
perdidas en la memoria.
Acostúmbrate
a mis arrugas pacientes,
al gramófono cansado,
a las paredes sin voz
a los lugares del pasado.
Acostúmbrate,
cuando todos nos crean dormidos,
nosotros despertaremos
las oportunidades.
Que todos nos venden su cariño
pero ninguno
nos compra la soledad.
José Manuel Acosta.
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