jueves, 6 de octubre de 2011

INMORTALES MOMENTOS

En cada fracción de mis huesos
donde se pulverizan los gestos
y la inmortalidad
no corre por mi sangre,
vive la perfecta honestidad
controlando el ego
de valores y virtudes.
Somos una biblioteca de emociones
intentando controlar
su savia perfecta ,
que nos devuelve
una bitácora llena de latidos
aunque te lluevan por dentro
silencios.
En alguna piedra
del extenso camino,
reposarán los amaneceres
mientras los ojos
de la oscuridad
se desvanecerán entre gritos,
despertando alguna conciencia
que pudo vivir entre errores
cuando la piedad
seguía dormida.
Ahora te extiendo mi mano
para que veas,
que la línea del odio
no existe.

José Manuel Acosta.

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