lunes, 6 de octubre de 2014

COSIENDO PALABRAS


Ella se sentó, sobre el frágil filo del tiempo
con su pelo sembrando otoños
sangraba la primavera inquietudes.
Sus manos se llamaban susurros
mientras tocaba las horas
que se iban
con un sobrio recuerdo entre los labios
por detener aquel beso.
Más abajo de la nostalgia
donde los alfileres
se clavan ilícitamente,
gotean las heridas lamentos
y se desnuca la respiración
que perdió la memoria en silencio.
Después de haberse consumido
los remordimientos a solas,
supo que las oportunidades
no vienen envueltas
en papel de regalo porque
cuando se han respirado fracasos,
las intenciones
escriben historias.

José Manuel Acosta.

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