jueves, 22 de enero de 2015

DEL MISMO COLOR


Me quedo a solas
con la provocación de la noche
en medio de la nada.
Tengo espacios de muerte,
orgasmos de palabras rancias
y otros llantos que no cesan
cuando se amontonan las distancias
como la esperanza
en los cartones mugrientos de los pobres.
Proviene el dolor
de las mismas almas carcomidas
que dejan las oraciones en silencio
porque los Dios te salve María
no cierran las heridas.
Somos tan distintos
bajo el mismo cielo,
que se nos olvida
que tenemos el mismo
color de sangre.


José Manuel Acosta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario