en la esquizofrenia del viento,
en los rasgos bipolares
de los verbos
y en los laismos
del insulto comedido.
Estarán con alguna camisa de fuerza
porque no hay
medicamentos
que puedan calmar
la palabra en la denuncia.
O me matas de una vez
o le sigo poniendo
flores a tus muertos.
José Manuel Acosta.
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