viernes, 16 de enero de 2015

LA VIDA, QUE TODO LO SABE

Puedo usar mis plumas de colores
para escribir en los pétalos del silencio
mientras se encoge de hombros
los tequieros inútiles
y pide disculpas el dolor
si es que alguna vez
se hizo escuchar por algún motivo.
Callaré todo lo que dicen mis oídos
porque la boca
es más educada que los ojos
y es probable que tu curiosidad
no quiera saber
el tono de mis palabras.
El tiempo puede maltratarnos
de mil formas diferentes,
pero también nos concede la verdad
cuando llegan tarde las disculpas.


José Manuel Acosta.

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