lunes, 15 de junio de 2015

EL VENDEDOR DE DESEOS



Me viene la lluvia,
como un lamento
de algo que no es mío
y me bastan las horas
extrañas que tiene la muerte
para comprenderlo.
Soy de amarillo olvido
por si vuelvo
cuando aún no he llegado
a habitar otro tiempo,
donde las almas
no quisieron ni quieren vivir,
porque es una deuda prematura
cuando la memoria
no llama a nadie
ni nada llega perfecto.
En realidad
yo no estaba aquí.

José Manuel Acosta.

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