martes, 18 de agosto de 2015

DOCE MIL DÍAS Y UNO MÀS


La poesía es el alma desnuda
de las palabras
cuando el corazón
tiene algo que decir.
Más dulce que la vida
son los besos,
como levadura en tus labios
y todo queda bien
en su mirada.
De cualquier modo te quiero
y antes que respires la fe,
yo habré rezado tu cuerpo
si vuelve lo que se repite.
Antes que te desnude
con la mirada,
estarán mis besos
en la otra parte
de tu alma
y un hilo de palabras,
cosiendo los latidos
sin apenas darse cuenta.
Nadie te amará como yo
porque todo me es ajeno
cuando la vida
viene con prisa
escondiendo la sonrisa.


José Manuel Acosts

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