martes, 18 de agosto de 2015

RECORDANDO GALICIA


Ahora me descubre la sangre
más de medio siglo después,
que los recuerdos no descansan
si los huesos desarman
al hombre cuando llora.
Que te vuelves inocente
cuando aprendes
a vivir desamparado
y estás ausente
comiéndote la vida.
A veces despierto buscando los gritos
que quisieron herirme distraído
y algo me atraviesa
para desheredarme
cuando me acosa el olvido.
He puesto cuidado
en no desordenarme demasiado
y quiero seguir sensible
para que de vez encuando
aquel niño
me devuelva la mirada.
Hoy he caminado por los recuerdos
y no sé en qué momento
estuve muerto porque
corrí más que la vida.


José Manuel Acosta.

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