jueves, 23 de abril de 2015

EN BENEFICIO PROPIO


No es fácil traducir los latidos
cuando no se rompe el silencio,
cuando las meditaciones
sólo son la gramática
subordinada de un libro.
No es fácil romper con los abismos
que se encuentran
en la verdad desestimada,
en la posibilidad de las excepciones.
Me he encontrado en las apariencias
donde se estrechan las aceras
golpeándose los matices
de la renuncia.
Me quedo en la pregunta
sin respuesta comprensible,
al pensar en las consecuencias
prefiero perder la memoria.


José Manuel Acosta.

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