Quizás esté
en las blancas palabras
que no llevan prejuicios
si amordazan mi lengua
los que ponen en valor su canonjía.
sin puños
si no con manos abiertas
hasta donde llegue la muerte
cuando envejezca mi pecho
en silencio
y me vista de tierra,
y nadie sepa
qué es el recuerdo,
o me vean dando vida
a la soledad.
José Manuel Acosta.
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