jueves, 23 de abril de 2015

LA VIDA NO ES UN POEMA


El tiempo asfixiaba sus pasos,
en soledad,como saben hacer los hijos
de las lágrimas en el pañuelo del silencio.
Sus sueños se apoyaban en su único
compañero, un viejo bastón que guardaba la oblación de toda una vida.
Hemos sido creados para vivir en compañía
porque la soledad no tiene
proyectos de futuro
y sólo en una sala de urgencias
alguien te llama por tu nombre,
igual que los obituarios que has estado
pagando con tu póliza de decesos.
Puede ser que algun día
alguien lo eche de menos
cuando dejen de tener importancia las horas
y sigamos comulgando
con el cuerpo de cristo.
No es nada extraño
que nuestros mayores
mueran en soledad y que nadie
los eche de menos, nosotros a lo nuestro.


José Manuel Acosta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario