sábado, 22 de noviembre de 2014

LO QUE PUEDE PROVOCAR UN BESO



La diferencia entre tus ojos y lo que siento
está en la memoria de nuestros besos
expandiéndose por los cuerpos.
Le he puesto tantos gestos a tu boca,
que sabes porqué
mis manos dejaron de ser vírgenes
después de recorrer tu columna vertebral.
Me quedo en el vértice de los gemidos
con un grito de urgencia
para romper el silencio
que tienen tus caderas.
Abriendo con mis dedos tus entrañas,
empiézame a sentir
de otra manera
porque llego convertido
en un átomo lleno de movimientos.

José Manuel Acosta.

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