miércoles, 12 de noviembre de 2014

SECUESTRO

Suspiró asomándose
a ese pequeño hueco
por donde se filtra la muerte.
Jugaba con los sueños
mientra pacientemente
esperaba un certificado de defunción.
Tenía el olor inconfundible
que duele hasta en las dudas.
La distraje con cansancio
y algo me susurró al oído,
en otro momento, le contesté.
Sentí el frío
que teme a la respuesta,
pero supo,
que hoy no era el día
de ponerle precio a la vida.


José Manuel Acosta.

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