jueves, 19 de mayo de 2011

VISTO PARA SENTENCIA





Sospecho que al límite de mi candil
cuando revienta mi cabeza,
no puedo ser persona
sino vivo con destreza,
puedo ser el mismo Judas
sintiéndome bien hallado
y aunque no me asalten las dudas
ante las injusticias jamás callado,
anteponiendo por excelente
al homosexual si así se requiriera,
que ni hombre ni mujer presente
del ser humano mal hablar pudiera.
Me enfrento a las voces
que piedras tiran
por más que den coces
ninguna de frente miran,
que no hay que ser campesino
para ser un buen labrador
pues según hagamos el camino
seremos mísero seremos señor,
y diré a cada murmullo
como saben las mariposas,
que hay que pasar por capullo
antes de volar a las rosas.
Y ahora, quien se dé por aludido
que haga de mí olvido
pues yo a nadie doy la espalda
ni con pantalones ni con falda,
por no ser mudo
éste mi poema y yo,
quedamos desnudo.
Y como dicen por mi tierra,
no hables mal del vecino
pues aún no sabes
que el tuyo viene de camino.


José Manuel Acosta.




No hay comentarios:

Publicar un comentario