Hay adversidades en la vida ,
que claudican
más allá de lo comprensible
y mientras viajas por los limites
de cualquier lógica,
despiertas
en la dislexia
de una oración.
Pretendes acariciar
la contrariedad
que supone la renuncia
y buscas con el visor
de los latidos ,
esa felicidad
que siempre se resiste
a reencarnarse por días
y así, sin que la vida
nos agradezca quienes somos ,
vamos a merced
de la bruma
entre billetes de idas y vueltas
desplegando
alguna que otra sonrisa.
Pero mientras haya
escenas
envolviendo caprichos,
llegará un día
que se nos conceda
el sueño.
José Manuel Acosta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario