ya estuvo mi poesía
irrumpiendo el sueño
de mi pluma ,
de tus celestes lágrimas
bebía mi pecho
el agua clara
de tus besos
cuajando el sabor
de nuestros labios .
¿ Quién no busca
la melodía suave
de tu boca ?
Ese desdentado
mordisco de caricias ,
se despeña
en murmullos
por mis brazos ,
de allí hacia el todo ;
Sólo nos queda el tiempo
descolgándose insondable
por los versos
José Manuel Acosta.
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