sábado, 28 de junio de 2014

ESPERANDO A DIOS ( reflexiones existencialistas) epílogo, capítulo 10.

Os dejo toda mi vida, la que supo otorgar perdones y también se los concedieron,
porque ése es mi carácter, mi forma de ser, luchando por las desigualdades porque no quiero ser la resignación de la muerte ocultando mi ateísmo que no espera ni perdones ni clemencias,
es mi dogma, mi filosofía es vivir en el drama de la existencia humana.
Soy claramente ontológico, un agnóstico de la existencia de Dios, de aquellos que dicen que Dios perfecciona al hombre, cuando aún no he conocido a nadie perfecto, mucho menos en los creyentes y eso no quita, que haya conocido a unas monjas con una calidad humana envidiable
sin que por ello ninguno nos hayamos dejado de respetar (siempre me acordaré de ti, Sor Francisca)
El respeto debe ser un imperativo, casi una religión, vivir sin mortificarse por la culpa, por los sentimientos que nacen libres, nadie necesita decir cómo es cuando sus actos ya lo dirán, eso será, tu propia existencia.
Yo quiero un mundo distinto del que ve Dios justificando la muerte de los más inocentes
porque dice que es su palabra cuando nunca le he escuchado hablar.
Me dirán que no es la forma correcta, lo dirán aquellos que ven correcto eximir su culpa rezando y nada se reprochan porque todo, es perdonado en nombre de Dios y cuando salen de rezar, siguen mirando con indiferencia al necesitado, no les juzgo por ello.
Nadie sabe cuántos castigos he recibido, cuando hasta la espalda me dolía de soportar tanto peso, tan sólo los que han sufrido lo mismo que yo.
A nadie intento convencer de mis creencias, de mi forma de vida, de mi forma de vivir
pero ten por seguro, que sólo nosotros existimos, sólo nosotros creamos el mundo
y todo depende de nosotros, de nuestras conciencias.
Siempre me hago la misma pregunta
¿cuánto tiempo debo esperar a Dios para que algo cambie sin que yo tenga que hacer nada?
Alguien me dijo en su lecho de muerte:
“Me he quedado esperando a que Dios me diera algunas respuestas,
a ver si ahora puedo verlo para hacerle algunas preguntas”

José Manuel Acosta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario