sábado, 21 de junio de 2014

LA VOZ DE MIS HERIDAS



Sólo necesito mi pluma, unas cuantas palabras
y un espléndido papel  para hacer mi propia guerra.
He sido el aventurero al que le han clavado lanzas
viendo los propósitos diluirse con la sangre
y la verdad metida en la mochila de los odios.
He visto las lágrimas enturbiarse en la frente sin alientos ni consuelos
cuando me clavan las mentiras con un guiño intencionado,
pero soy una biblioteca de existencialismo puro, ateo, sin castigos ni condenas
porque no me importan mis penas.
Soy una reliquia en el iris dilatado de la vida
en las palabras que se agarran a mi pecho
hiriéndome de muerte, en una lenta asfixia.
Tengo la necesidad de vivir en la oscuridad que se ciñe a la boca
cuando las intenciones son una funeraria llena de cadáveres
porque son mis alas al vuelo, porque ni siquiera me importan
los amigos que llegaron y se fueron sin despedidas,
aun así, estaré aquí siempre con las manos abiertas,
esperando mi muerte cuando a nadie pido que me entienda.
Sólo necesito mi pluma, unas cuantas palabras
y un espléndido papel  para hacer mi propia guerra,
soy existencialista ateo, es la filosofía de mi vida
porque no espero Dioses que corten mis alas
ni deidades que justifiquen mis pecados.

José Manuel Acosta.

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