RECUERDOS

Siempre es de noche,
mi corazón
es un genocidio ahuyentando
sentimientos,
rechazando
el nombre del olvido
que me escribe promesas
incumplidas.
He tendido al tiempo
en un caudal de horas malheridas ,
sujetado
por la huella del silencio
mientras me interroga
una gélida herida.
Tal vez,
en los milenarios latidos
que silban los corazones ,
haya una derrota llamando
al sosiego
y traigan esperanzas
trepando por sus muros,
aunque siga seca la pregunta
de mi aliento
danzando a su antojo
en el eco de mis manos.
Tamizando misericordia,
se diluye un pecado
exiliando la condena
en profetas de recuerdos,
donde sólo algunos elegidos
peinan las resinas
del amor.

José Manuel Acosta.