La mayor fatalidad del ser humano es creer que el talento se
cultiva en compañía, cuando es la soledad la que tiene el don de verte tal como
eres, si te ves en ése espejo para hablar con tu propio yo, no le cuentes
mentiras, porque él sabe toda la verdad sobre ti.
Todos nacemos libres, pero somos incapaces de mantener esa
libertad, cuando nos condenamos a nosotros mismos, naces de la misma forma que
vas a morir, completamente solo, y en el camino en el que te vestirán de
flores, necesitarás compartir tu vida, tus miedos, tus sentimientos, no hay
momentos de soledad si no los buscas para reencontrarte a ti mismo.
Hemos nacido para ser amados, pero también para amar, porque
fuimos creados con amor o eso dicen los sabios con porte de saberlo todo pero
que nada saben ¿ cuántos hemos nacido sin amor? Cuántos habremos nacido fruto
de una violación, o del misógino de turno, que impone su ley por encima del
propio sentimiento que encierra el amor.
Para mí Dios no existe, dudo de su existencia, porque aún
cuando existiera ¿ cambiaría algo?
creen que soy el pesimista empedernido encuadernando
lágrimas en esa enciclopedia existencial que es mi vida, pero se equivocan,
porque tus desesperanzas no son las mías
sé hablar con el yo, significa libertad de conciencia,
detrás de mí, no hay más valores que los que muestro, que nadie legitime mi
conducta, porque no espero verdugos que corten mis alas, cuando aparecen, su
impronta falsedad es descubierta al instante, soy mi propia autoexistencia, eso
dicen los que ven un mundo distinto al existencialista, aunque muchos me consideren
un ser despreciable, pero soy mi propia existencia en las hormonas de otros.
La vida es un engaño
constante, nos engañan desde el primer día de nacer, desde Adán Y Eva, hasta la
propia Navidad es un puro teatro, y en él seguimos viviendo dando por válidos
todos los aplausos y ése, ése, no es el valor que le doy a la vida.
El valor de mi vida es ver la verdad en los ojos de la
muerte, es dar estructura a la palabra amor como a la propia existencia, es mi
responsabilidad que el corazón, mi corazón, sea libre en otras historias, como
la libertad de pensar, y yo pienso que la verdad de la palabra literaria es
perenne en el tiempo, es la morfina del poeta.
Soy un existencialista ateo, sólo creo en mí, en mi
compromiso social ( no culpes a nadie de tus desgracias ) y si tu Dios me castiga por ello, pondré en duda hasta su
propia moral, porque mi vida, está siempre en la vida de otros y así me gusta
vivir y sólo así, deseo morir.
_la mayor hipocresía es que te quieran mucho cuando te has muerto_
_la mayor hipocresía es que te quieran mucho cuando te has muerto_
José Manuel Acosta.
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