domingo, 10 de agosto de 2014

CORTEZA DE ÁRBOL



No tiene precio el correr de las horas por mis libros
el inquisidor argumento de sus estéticas palabras
y el olor a maduro de sus historias.
Me gustan cuando derrotan a mis años
adentrándose en el sosiego espiritual
del existencialismo filosófico,
e imponen su dogma hedónico
que sustenta la libertad y comprensión
de los mediocres.
Uso la ataraxia como forma de vida
porque encuentro la felicidad
donde otros la están buscando
y poco me importan,
sus lenguas argüitivas
si estoy huérfano de intenciones.
Tú eres la tinta de mi pluma,
la pluma de mis letras
las letras de mi boca,
la boca de mis besos.
Los libros
no son para parecer inteligente
si no para ser leídos.
-mi corazón es un poema latiendo en versos-


José Manuel Acosta.

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