Cómo no voy a quererte
si sé cómo endulzar los años de tu nombre
poniendo color de caramelo
al café de tus mañanas.
Cómo no voy a quererte
Si mis gestos nunca llegarán tarde
a consolar tus tristezas
buscando mil maneras
de hacerte sonreír.
Cómo no voy a quererte
cuando rezas por nosotros
aunque desobedezco a las oraciones
comprendiendo las tuyas.
Cómo no voy a quererte
si has creído en mí
cuando nadie lo hacía
y luchaste por este amor
en el que nadie creía.
Cómo no voy hacerlo
si te quiero por costumbre
y te amo con el corazón.
Cómo no voy a quererte
si tú eres el templo
de todos mis Dioses.
José Manuel Acosta.
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