sábado, 23 de agosto de 2014

LLUEVE POR DENTRO

Se terminó de maquillar sus circunstancias
con las palabras teñidas de rechazo,
se peinó las lágrimas de la vergüenza
y se inventó una disimulada manera de sonreír.
Salió a la calle de los condenados a muerte,
de los que juzgan las apariencias
con la mochila cargada de sentimientos
cuando la verdad coge su propia postura
adentrándose en el precario mundo de los equivocados.
Se subió a la palabra incomoda de las opiniones,
retorciéndose en la indiferencia
de los que se lavan la cara con fingida honestidad
y acaban muriendo en sus propios reproches.
Sus pasos cada vez más seniles
parecían llamar a la muerte con osadía,
pero alguien que utilizaba
el sensible lenguaje del poeta,
dignifico su existencia
sin dañar su fragilidad.
Murió la soledad
cuando fue comprendiendo
que a todos algún día,
nos lloverá por dentro
con la necesidad de necesitar.

José Manuel Acosta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario